Al inicio de este nuevo año escolar, se avizoran desafíos significativos para diversas comunidades educativas, especialmente en el ámbito de la convivencia escolar. Estas comunidades no pueden considerarse como entidades aisladas, dado el contexto nacional marcado por una crisis en la convivencia, donde la inseguridad y el temor son sentimientos generalizados.
Es crucial que el inicio del año escolar no se vea ensombrecido por una serie de incidentes violentos o situaciones inseguras en nuestras instituciones educativas. La mitigación de tales eventualidades dependerá de un liderazgo educativo que se involucre de manera proactiva. Esto implica escuchar cuidadosamente las voces de las comunidades educativas y colaborar en la formulación de estrategias conjuntas para establecer entornos seguros y propicios para el aprendizaje.
Además, es imperativo abordar las persistentes brechas de género que complican especialmente la convivencia escolar para niñas y adolescentes. Las cifras nos siguen indicando de una mayor victimización y sensación de inseguridad por parte de niñas y adolescentes en las comunidades educativas.
La equidad de género debe ser un pilar central en la creación de políticas y estrategias, garantizando que todas las voces, independientemente del género, sean escuchadas y respetadas. La construcción de entornos educativos seguros implica, por ende, una atención específica a estas brechas para lograr una convivencia escolar justa e inclusiva.
Desde Observa Ciudadanía promovemos una convivencia escolar con dimensión ciudadana, en donde la participación es un medio y un fin que permite a las comunidades ser protagonistas de transformaciones fundamentales en la forma de relacionarnos. Trabajando para que "nadie se quede atrás".
Nota:
Recomendamos revisar recursos en nuestra plataforma www.nadiesequedaatras.cl
Carta original en: https://www.latercera.com/opinion/noticia/convivencia-escolar/IZ22JZQDOZAOZJRAQGLTMUVVK4/
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