Hace unos días, me preguntaban ¿A qué te refieres con "experiencias ciudadanas"?. La pregunta era certera en tanto, nos ha permitido concentrarnos en transmitir algo que hemos vivido y palpado en las aulas. Estos es: la necesidad de pensar la formación ciudadana desde las vivencias de los individuos y sus comunidades. Esta dimensión de pensar la ciudadanía desde la "vivencia" es uno de los mayores desafíos de la educación ciudadana, en tanto, nos obliga a llevar nuestras concepciones teóricas e institucionales a un enfoque "orgánico".
¿Orgánico? Efectivamente, pues si bien en Chile y en la región, se ha generado cierto consenso democrático, esto no necesariamente ha significado un aumento de la participación ciudadana tanto a nivel convencional y no-convencional. Frente a esto, la educación efectivamente tiene un rol fundamental, pues en ella, se ubican las esperanzas de construir sociedades pensadas desde y para los/as ciudadanos/as. No sólo desde un enfoque jurídico e institucional que en muchos casos reproduce contenidos sin significado, sino que desde lo significativo que es "ser ciudadano/a".
Como ObservaCiudadanía, nacimos con la búsqueda de significar la ciudadanía juvenil, desde lo cotidiano. Pensar por ejemplo, que un/a joven haciendo hip-hop en el transporte público, está desarrollando su identidad ciudadana. Se requiere pensar desde la vivencia, desde la experiencia de ejercer la ciudadanía y significarla día a día, como una forma de comprometerse con un desarrollo que permita conciliar cierto "status de igualdad" para todos y todas. Al fin y al cabo, un desarrollo significado por lo que es vivir día a día como un ciudadano/a.